
Te mire de pronto y te empecé a querer. Sin imaginarme que podría perder. No medí mis pasos, y caí en tus brazos. Tu cara bonita me hizo enloquecer. Pero fui en tu vida solo diversión, una mujer más para tu colección. Me embrujaste al verme con tus ojos celestes, le pusiste trampas a mi corazón. Tropecé de nuevo y con la misma piedra. En cuestión de amores nunca he de ganar, por que bien sabido que por amor entrega, de cualquier manera tiene que llorar. Tropecé de nuevo y con la misma piedra, en cuestión de amores nunca aprenderé, yo que había jurado no jugar con fuego, tropecé de nuevo y con el mismo pie.